miércoles, 30 de noviembre de 2011

Como odio preguntarme a mi misma antes de salir:
¿que me pongo?
miro el ropero, y es como que de repente viene a mi cabeza el "NO TENGO NADA" (lo que aveces es cierto, tener mucha ropa no significa que tengas de todo para ponerte)
y me agarra como un ataque, me sube la sangre a la cabeza y me empiezo a poner cada vez más nerviosa.
empiezo a sacar y a desordenar todo cuando tenía todo perfectamente ordenado, asi como si hubiese pasado un huracán por encima del placard.. empiezo a transpirar por probarme tantas cosas,ir y venir del espejo y SIEMPRE encontrar un defecto, tanto en la ropa como el mi cuerpo,
hasta que me doy por vencida,tiro la percha en la cama,me siento y digo... ´ ya esta, no voy a ningún lado´ muchas veces lo hice y muchas otras, terminé recurriendo a la comodidad, y lo casual. pero ese momento es uno de los que las mujeres más odiamos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario